A uno se le erizan los pelos de la nuca al escuchar la historia —de boca de padres y abuelos o en las constantes rememoraciones de la televisión—.
Un manco lanzando envíos envenenados contra Cuba. Cuba
perdiendo y, ¡pam!, el jonrón salvador de Lourdes Gourriel —ese mismo, el padre
y horcón del clan de apellido Gourriel—. Luego vino el hit de Vargas y todo lo
demás, pero el jonrón de Gourriel es el pollo del arroz con pollo.
Recordar es volver a vivir. Ay, las glorias pasadas del
béisbol cubano. En definitiva, como dicen por ahí: “mira como está la pelota en
Cuba y sabrás por dónde anda el país”.
Vayamos otra vez a 1988. He aquí el vídeo:
Y ahora, para los que tengas tiempo (y ancho de banda), el juego completo. Que no lloren los más viejitos.
1 comentario:
En ese tiempo se jugaba buen béisbol en Cuba,época de oro,sin dudas..
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