La técnica de separación de frecuencias parece mágica

Hoy por hoy, no hay fotógrafo profesional que no conozca el valor de la técnica de la “separación de frecuencias” en Photoshop.

¿Para qué se usa? Sencillo. Se trata de una poderosa técnica para retocar la piel —indispensable para el retoque glamoroso, modelos, etc.

En el pasado, los usuarios del Photoshop utilizaban diferentes técnicas, pero el resultado no siempre era el óptimo. A veces lograban que la piel se viese con un color homogéneo, con suaves transiciones entre las zonas de luz y de sombra, pero perdían la textura natural de los poros, etc.

El secreto de la técnica de separación de frecuencias es separar los procesos: entonces, en una capa se puede retocar la textura de la piel y en otra —¡y por separado!— se retoca el color. Realmente, es una técnica impresionante que parece mágica para el que recién la descubre.

Y como que un maestro del Photoshop, trabajando en vivo, es mucho más útil que mil palabras de explicación, a continuación les dejo un video sobre cómo utilizar (correctamente) la separación de frecuencias.

Aaron Nace, un evangelista del Adobe Photoshop, nos ofrece una de sus mejores lecciones. No te la pierdas.

Lourdes Gourriel, el héroe cubano de Parma 1988

A uno se le erizan los pelos de la nuca al escuchar la historia —de boca de padres y abuelos o en las constantes rememoraciones de la televisión—.

Un manco lanzando envíos envenenados contra Cuba. Cuba perdiendo y, ¡pam!, el jonrón salvador de Lourdes Gourriel —ese mismo, el padre y horcón del clan de apellido Gourriel—. Luego vino el hit de Vargas y todo lo demás, pero el jonrón de Gourriel es el pollo del arroz con pollo.

Recordar es volver a vivir. Ay, las glorias pasadas del béisbol cubano. En definitiva, como dicen por ahí: “mira como está la pelota en Cuba y sabrás por dónde anda el país”.

Vayamos otra vez a 1988. He aquí el vídeo:

Y ahora, para los que tengas tiempo (y ancho de banda), el juego completo. Que no lloren los más viejitos.

Nino Bravo y sus cartas amarillas

Nino Bravo no tenía todavía 30 años cuando, de un golpe de timón, su auto se accidentó. El hecho le costó la vida, pero lo convirtió en un mito de la canción en España y Latinoamérica.

Alrededor de su muerte se han tejido leyendas, incluso de posibles conspiraciones de enemigos musicales. Las investigaciones no arrojan ningún dato que respalden tales afirmaciones, pero los rumores son así, persistentes.

Nino Bravo nos dejó varios temas, entre ellos este —Cartas amarillas— una canción que despierta millones de nostalgias.